Visualice nuestro cuerpo como una máquina: una estructura firme con varias partes y cada una con sus propias respectivas funciones. Cuando está en pleno funcionamiento, una máquina puede llevar a cabo aquello para lo que fue diseñada. Pero si le falta alguna pieza esencial, no puede funcionar de manera útil.
 
De manera similar, los practicantes creen que el cuerpo humano está compuesto de "partes" individuales que dependen unas de otras. Sin este esfuerzo orquestado, el cuerpo podría experimentar efectos perjudiciales. La curación holística ofrece una mejor comprensión de cómo funcionan correctamente las “partes” del cuerpo humano para obtener una salud óptima. Por lo tanto, uno no debe depender únicamente de unas pocas "partes" del cuerpo para hacer el trabajo, sino más bien ser consciente de cómo todo se une para promover una vibrante salud.
 
De la raíz griega que significa "halos" y que se traduce como "todo", holístico es, por definición, relacionado con una entidad completa. La curación holística es una forma de medicina que es particular para todo el cuerpo, la mente y el espíritu. Al experimentar cualquier forma de desequilibrio en el cuerpo, uno puede sentir una sensación de interrupción en la realización de tareas incluso diarias. Por lo tanto, acercarse a nuestros cuerpos con los métodos de curación holística permite mirar más allá de los problemas físicos y, en su lugar, utilizarlos como señales para descubrir los aspectos no físicos del problema. En otras palabras, la curación holística ofrece formas efectivas de abordar no solo los problemas externos, sino también los de naturaleza interna.
 
El objetivo de la curación holística es que todas las partes del cuerpo funcionen de la manera más eficiente posible. Dirigirse a las batallas físicas y emocionales del cuerpo a través de una curación holística, permite al individuo lograr un estado de vida saludable y equilibrado.